Hacer una donación es un acto de generosidad y el impulso que mueve este acto es el de ayudar a otras personas que lo necesitan. En DARDAR.org estamos felices de contar con tu apoyo y te damos las gracias. Con tu donativo podremos ayudar a muchas personas a mejorar su calidad de vida en el día a día.
La asociación DARDAR.org ha sido declarada de utilidad pública, y los donativos que realices son deducibles fiscalmente por las empresas en el Impuesto de Sociedades, y los realizados por las personas físicas en el Impuesto sobre la Renta (IRPF), conforme a la normativa vigente.
El certificado fiscal se emite al finalizar el año fiscal y se envía al correo electrónico que nos facilites en el alta, una vez se haya verificado el pago.
Partiendo de la base de que todos deseamos vivir disfrutando de la vida y del tiempo que se nos ha dado, a veces nos encontramos en situaciones en las que eso que llamamos vida nos plantea un reto, o una situación que no habíamos previsto y para la que necesitamos ‘si o si’ la ayuda de las personas que nos rodean.
No a todo el mundo le ha pasado, pero me consta que hay más como yo.
Si tengo suerte, me costará menos hacerme entender porque, tal vez seas una de esas personas que han llegado a sentir esa mezcla de vulnerabilidad, mezclada con vergüenza y una incomoda sensación, casi amarga, en el momento de abordar a un extraño para pedir ayuda referente a algo que se necesita de verdad…
Para empezar debes sobreponerte al recelo que todos sentimos cuando un extraño se acerca a nosotros.
Luego llega el momento de la ‘petición’. Es esa ‘solicitud de ayuda’ que casi suena a plegaria y que tantas veces hemos ignorado viniendo de otros.
Nos acostumbramos a vivir mirando hacia otro lado para que, «si Dios quiere», ‘otro se haga cargo del marrón’.
En un mundo donde cuesta tanto ‘conseguir’ y es tan fácil ‘perder’ vivimos repitiéndonos que no podemos desprendernos de nada de lo obtenido como merecida recompensa a nuestro esfuerzo.
Hasta que llega ese ‘día de mierda’ en el que te ha tocado pedir.
Extraviar la cartera y verte obligado a pedir dinero para volver a casa, …acercarte a alguien que no conoces para que te deje su móvil y hacer una llamada importante, o que te falten 50 céntimos para pagar en el super…, te transportan a esa realidad en ‘modo mendigo’ que tratamos constantemente de evitar porque es socialmente incomoda y mancha.
Yo, vivo en esa realidad.
Tengo móvil, hoy todo el mundo tiene uno, y tal vez no me hagan falta esos 50 céntimos del super.
Pero ya no puedo usar el móvil, ni tampoco ir al super.
Y me incomoda pedir, tenlo muy presente.
Nos incomoda a todos…y somos muchos.
Pero necesitamos tu ayuda, tu apoyo y toda la difusión que puedas dar a nuestra lucha por la vida.
Esto no va solo de dinero, pese a que un céntimo tuyo será un tesoro.
Va de que cada palabra con la que cuentes a otros que hay una enfermedad llamada ELA, para nosotros es un grito y necesitamos tu voz gritando.
Te agradezco de corazón que me hayas leido.
No nos olvides cuando vuelvas a la vida.
Realizamos PROYECTOS y RETOS junto a otras asociaciones y grupos afines con el fin de dar VISIBILIDAD y SENSIBILIZAR a toda persona a la que tengamos la fortuna de llegar y en especial a las instituciones con el fin de que destinen recursos a la investigación y a la ayuda que requieren los enfermos de ELA
